
Reyes enterrados en San Victorián

IÑIGO ARISTA
Primer rey de Pamplona, Conde de Bigorra y de Sobrarbe. Es considerado como el fundador de la dinastía Íñiga, primera dinastía real de Pamplona.
Durante su reinado tuvo control sobre los territorios comprendidos entre Pamplona y los valles pirenaicos de Irati (Navarra) y Hecho. Se enfrentó al expansionismo franco-carolingio, poniéndole fin en la conocida como segunda batalla de Roncesvalles, y se sublevó contra los omeyas de Córdoba.
Murió entre los años 851 y 852 y fue enterrado en Araguás. En 1372, el supuesto cuerpo del monarca fue trasladado al Monasterio de San Victorián.
En el segundo cuartel del escudo de Aragón aparece representada una cruz plateada sobre fondo azul conocida como Cruz de Íñigo Arista. Según la leyenda, Íñigo Arista se encontraba cerca de El Pueyo de Araguás para ayudar con sus tropas en la batalla contra los musulmanes, cuando vio en el cielo una cruz de plata. Interpretando esto como una señal, acudió con sus caballeros consiguiendo la victoria. Esta cruz fue símbolo de los monarcas aragoneses o signum regis desde Ramiro I y recuerda la estrecha vinculación del Reino de Pamplona con el entonces Condado de Aragón.
GONZALO I
m. 1045. Rey de Sobrarbe y Ribagorza.
Fue hijo de Sancho III el Mayor de Navarra.
A la muerte de su padre heredó los condados de Sobrarbe y Ribagorza. Hacia 1045 murió asesinado y su hermano Ramiro I anexionó sus territorios a Aragón.